La gorra de la buena suerte en la Tricolor

gorra antiguaEn un amuleto fortuito se convirtió una gorra para la Selección Nacional en 1960 y aunque en el fútbol no se gusta de revelar algunos “secretos”, son muchos los talismanes que usan futbolistas y entrenadores para fortalecer su confianza.

Se jugaba entre febrero y marzo de 1960 el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol en La Habana, Cuba.

En los dos primeros partidos Costa Rica empató 1 a 1 ante Aruba y luego derrotó 3-1 a Surinam. Entonces vino el tercer choque ante la oncena local.

Los cubanos iniciaron el cotejo presionando y queriéndose hacer con las manijas del compromiso. El sol era inclemente en la capital antillana, molestando bastante al buen arquero costarricense Hernán Alvarado Guerrero.

Tal fue la molestia, que Alvarado volvió a ver al banquillo y le pidió al ex portero y miembro del cuerpo técnico de ese momento, Ismael “Melo” Quesada, su gorra para poder observar mejor las acciones del juego.

En efecto, “Melo” le prestó su gorra y Costa Rica terminó vapuleando a Cuba 5 a 0. Luego, con el mencionado implemento, se empató 1 a 1 ante Honduras y se le ganó 4-0 a Aruba para obtener, de forma invicta, el campeonato. La gorra de “Melo” Quesada se convirtió en el amuleto.

A la semana siguiente, en marzo de 1960, se realizó en San José el Campeonato Panamericano de Fútbol con Argentina, México y Brasil. Antes de entrar al campo en cada contienda, “Melo” Quesada le indicaba a Hernán Alvarado que se pusiera la gorra, sin importar si el encuentro era nocturno o no. Claro, al final el meta se la tenía que devolver a “Melo”, así funcionaba la cábala. La cachucha era ya casi una reliquia en el equipo nacional.

Vino el debut contra la poderosa Argentina y el marcador fue un meritorio empate 0 a 0. El segundo partido ante Brasil, con histórico triunfo de la Tricolor 3 a 0. La tercera presentación tica fue ante su rival acérrimo, México. En un juego de poder a poder, el resultado fue de empate 1 a 1.

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El guardameta Hernán Alvarado, con su famosa gorra prestada, sale por un balón aéreo, mientras la pelota es pretendida por el brasileño Ivo Diogo. Ganó Costa Rica 3-0 en el III Panamericano de Fútbol jugado en San José, en 1960.

Hasta acá la gorrita de Ismael “Melo” Quesada, puesta sobre la cabeza de Hernán Alvarado, había cumplido su labor: Costa Rica seguía invicta, enfrentando a rivales de peso como también de menos fuelle.

Sin embargo, para la segunda vuelta del Panamericano la magia se le fue a la gorra de “Melo” y la Tricolor sucumbió con tres derrotas al hilo y sin marcar un solo tanto. Alvarado le devolvió la gorra a Quesada y no se la volvió a poner más.

Hernán Alvarado
El arquero Hernán Alvarado, uno de los mejores porteros del fútbol costarricense. Jugó para La Libertad, Herediano y la Selección Nacional.

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