Todavía en la década del cuarenta el fútbol de Costa Rica no era profesional, aunque sí había profesionales jugando fuera del país.
En cuanto al balompié criollo, no se veían camisetas plagadas de publicidad, rótulos por doquier en los estadios, derechos de televisión ni nada por el estilo; por lo que el único ingreso eran las taquillas.
Ahora bien, otro punto a aclarar es el hecho de que solamente se jugaba en el Estadio Nacional; por lo tanto, los ingresos, restando gastos, se dividían por partes iguales entre las cuatro oncenas y éstas a su vez las repartían según sus propios criterios entre sus elementos.
El rubro por asistencia al estadio era vital. Se jugaban dos partidos por domingo, por lo que la taquilla se dividía entre cuatro clubes como ya dijimos.
Igual que hoy había diferentes presupuestos. Por ejemplo, para 1946 en un equipo muy joven como el Orión FC, los futbolistas ganaban ₡40 (cuarenta colones). En otro conjunto más experimentado como la Sociedad Gimnástica Española, obtenían ₡53. En el campeón del año anterior, Liga Deportiva Alajuelense, el salario era de ₡60 al mes.
Como ejemplo, una taquilla bruta promedio un domingo de 1946, era de ₡6.000 (seis mil colones), se restaban unos ₡2.000 por impuestos, alquiler y gastos, quedando una entrada neta de ₡4.000 a dividir entre cuatro equipos, significando esto ₡1.000 para cada uno.
La prensa de entonces ya visualizaba la necesidad de profesionalizar el deporte costarricense: “Estos números indican que el profesionalismo, pese a lo que digan algunos sectores de la afición nacional y dirigentes, es la única forma de mantener en buen pie a los equipos y a los clubes y la única razón atendible por los jugadores para no colgar sus zapatos o para aceptar contratos de otros países.”, apuntó el redactor del diario La Última Hora en agosto de 1946.
En esta primera mitad del siglo XIX, el balompié tico fue meramente amateur, aunque ya estos pagos fueron la base para hacer del fútbol una actividad profesional años después.
Historias del fútbol tico 