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Presidente de la República sirve de médico en un partido de Primera

Calderón GUardia ex presidente
Ex Presidente de la República Dr. Rafael Á. Calderón Guardia sirvió de médico en juego de fútbol.

De esos pasajes singulares y que posiblemente se presentan una sola vez en la vida, sucedió cuando el mismísimo Presidente de la República (1940-1944), doctor Rafael Ángel Calderón Guardia (1900-1970) y Benemérito de la Patria (1974), tuvo que hacerle de médico en el partido que inauguró el Campeonato Nacional de 1941.

El compromiso inaugural lo disputaron la Sociedad Gimnástica Española y la Liga Deportiva Alajuelense en el Estadio Nacional, la mañana del domingo 31 de agosto de 1941. Antes del juego, desfilaron los equipos participantes, se izaron las banderas de los campeones del último año: Cartaginés (Primeras), Alajuelense (Segundas) y Uruguay de Coronado (Terceras). Acto seguido el Dr. Calderón Guardia dirigió unas palabras, premió a los últimos monarcas y juramentó a los equipos.

Julio Güell pitó el inicio del juego y cuando el cronómetro llegaba a los veinte minutos, el jugador alajuelense José Luis “Chime” Rojas, recibió un fuerte golpe en la

Chime Rojas LDA
«Chime» Rojas, el jugador que atendió el Pdte. Calderón Guardia.

cabeza. De inmediato un enfermero y el árbitro guardalínea asisten al futbolista rojinegro; pero al ver que la lesión era de consideración, piden la ayuda de un médico que estuviera en la gradería; después de unos segundos de zozobra, apareció el Presidente Rafael Ángel Calderón Guardia, quien con gran vocación de servicio, se levantó de su palco, bajó por las gradas, ingresó al campo y de inmediato atendió a “Chime”, quien fue sacado del campo y no pudo regresar al encuentro. Incluso, como no existían los cambios, los erizos acabaron actuando con solo diez elementos los restantes setenta minutos de la contienda.

El público retribuyó el gesto del señor presidente con una prolongada lluvia de aplausos ese día en el coliseo de La Sabana.

Alajuelense, dirigida por su máxima estrella: Alejandro Morera Soto, terminaría derrotando a los gimnásticos 5 a 2.

“Chime” Rojas tuvo que guardar reposo, se recuperó sin mayores contratiempos y reapareció como titular indiscutible de los erizos 22 días después cuando se midieron al CS La Libertad.

Ese campeonato lo ganaron los alajuelenses invictos; pero la nota llamativa fue ver al Presidente Calderón Guardia, ejerciendo su profesión de médico en un partido de fútbol, como un gran aficionado de la vida deportiva, a la que contribuyó de gran forma.

Calderón Guarde atiende a Chime 1942
Tres gráficas: El Pdte. Calderón Guardia haciendo el saque de honor (arriba). El Dr. Calderón atendiendo a «Chime» Rojas (izquierda) y una acción del juego inaugural del torneo 1941 entre la Gimnástica Española y Alajuelense (derecha).

Después de zafarrancho, LDA y Federación no les pagaron a argentinos

Banfiel 1974 argentina
El Banfield argentino en 1974, de presentación bochornosa en San José

En diciembre de 1974 se registró el más grande pleito en la historia de un partido internacional en suelo costarricense, teniendo como protagonistas al Club Atlético Banfield de Argentina, traído por el contratista Rafael Ángel Ulloa, y a la Liga Deportiva Alajuelense.

Los argentinos vinieron al país para disputar una triangular, la cual arrancó con un empate ante Saprissa (1-1) el domingo 8 de diciembre de 1974. Para las 8 pm del miércoles 11 correspondió el turno a manudos y sudamericanos en La Sabana.

En el Estadio Nacional se cobraron 10 colones en sol, 20 en sombra y 30 en palco; aunque el aficionado no respondió como se esperaba. Alajuelense formó con: Bernardino Chávez, Alfonso Estupiñán, José “Macho” Agüero (Mario “Squirt” Barrantes) y Enrique “Quique” Vázquez, José Manuel “Chinimba” Rojas y Gerardo “Lalo” Chavarría; Alfredo “Chatillo” Piedra, Nelson Ballestero, Rolando Villalobos, Bolívar Quirós y William Fischer Salgado. D.T.: Eduardo Viso Abella.

Los argentinos plantaron a Ricardo La Volpe, José Bautista Romero, Eduardo Pipastrelli, Óscar Moris, Raúl Giustozzi; Silvio Sotelo, Hugo Mateos y Rubén Flotta; Luis Roselli, Juan Taverna y Alberto Benítez. D.T.: Héctor D’Angelo. De cambio en el segundo tiempo jugó Arturo Lo Gatto.

Al 7’, “Chatillo” Piedra en fuera de juego marcó el 1-0 rojinegro y ya los ánimos se comenzaron a caldear. Al 18’ empató Romero de tiro libre. Un autogol de “Macho” Agüero al 35’ le dio la ventaja a los argentinos, 1 a 2.

LDA vs Banfield 1974 árbitro Rojas
El árbitro «Piquín» Rojas, fallecido en agosto de 2017, durante una de las 4 expulsiones al Banfield.

Por insultar al árbitro Luis Alberto Rojas Camacho, conocido cariñosamente como “Piquín” Rojas, fallecido por cierto en agosto de 2017, se fueron expulsados Sotelo y Flotta, lo que deparó posteriormente en más insultos y malacrianzas al punto de que Romero empujó y agredió al árbitro central, lanzándolo al suelo y acá se perdió toda cordura: Titulares, suplentes, guardia civil, directivos y espectadores se envolvieron en una trifulca sin parangón que provocó la suspensión del choque. Detenidos salieron Romero y el DT argentino. Al árbitro “Piquín” Rojas lo acompañaron en las bandas Julio César Soto y Eduardo Barrantes.

Después de conversar un poco se decidió jugar el segundo tiempo; pero Banfield se quedó con solo siete jugadores, tras las expulsiones también de Romero y Benítez. Alajuelense llegó al 2-2 a través de Ballestero al 50’. Cinco minutos después, Mateos se lesionó y adujo no poder seguir por lo que el partido acabó en vista de que los verdiblancos solo tenían seis jugadores lo que va contra el reglamento.

Banfield 1974
El Banfield en Costa Rica en diciembre de 1974. Empató 1-1 vs Saprissa y 2-2 vs Alajuelense con zafarrancho incluido.

A Romero por la noche lo liberaron. Banfield salió de Costa Rica el viernes al mediodía. A raíz del altercado se le cayó una gira a Guatemala. Alajuelense, a pesar de la recaudación de 54 mil colones, adujo que tuvo pérdidas por 5 mil colones y la Federación de Fútbol le retuvo 4 mil dólares a los argentinos como castigo por su deplorable comportamiento antideportivo esa noche de diciembre de 1974. Además, les prohibió por 15 años regresar a suelo costarricense.

Esto se juntó con que anteriormente Huracán le quedó mal a Alajuelense en una gira ya pactada y contratada, dejándole más pérdidas a los manudos. Por cierto, en la misma semana, se le negó a River Plate enfrentarse a Saprissa por lo sucedido con Banfield. Todos estos temas llegaron hasta la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y por poco hay un roce en el nivel federativo. Con el tiempo, las heridas sanaron y hasta el entonces portero de Banfield esa ingrata vez, Ricardo Antonio La Volpe, se convirtió en seleccionador nacional en agosto de 2010.

La Volpe CRC 2010
Ricardo La Volpe como DT de Costa Rica entre 2010 y 2011. Dirigió 17 partidos y solo ganó 4. En 1974 fue el portero de la gresca con Banfield vs Alajuelense.

El partido que llevó 42 mil personas al Estadio Nacional

Clásico 3
El panameño Roberto Tyrrel (LDA) se cuelga de un balón durante el Clásico récord de 1971.

Un Clásico entre Alajuelense y Saprissa quebró todos los récords de asistencia y recaudación en el Estadio Nacional para un evento deportivo. Es más, aún la asistencia de público a ese partido, ha sido insuperable.

El duelo entre rojinegros y morados se dio con motivo de la cuarta vuelta del campeonato de 1971, el domingo 17 de octubre de ese mismo año.

La motivación para ambas aficiones fue más allá de observar el encuentro entre estos dos enconados rivales, pues la organización decidió rifar una casa entre los asistentes. La vivienda en la urbanización “El Porvenir” era amueblada, con tres dormitorios e incluía un televisor y una lavadora.

En lo deportivo, llamaba mucho la atención los duelos entre el morado Odir Jacques y el manudo Wálter Elizondo, además el del atacante alajuelense Roy Sáenz ante el josefino “Coco” Hernández.

Ese domingo 42.000 aficionados llenaron cada lugar del viejo Estadio Nacional. No cabía un alma más en el recinto de La Sabana. A primera hora empataron 2 a 2 el Rohrmoser y el Deportivo México. El plato fuerte era el Clásico. En la primera vuelta había ganado LDA 2-1, en la segunda empataron 1 a 1 y en la tercera triunfó Saprissa 3-2.

Clásico 2
Panorámica con la mitad del Estadio Nacional que muestra el lleno impresionante. LDA 0 Saprissa 0 1971.

Bajo la conducción del Ingeniero Luis Paulino Siles, acompañado por Eladio Sibaja y Hugo Corazzari, alajuelenses y morados se batieron en un choque de fuerzas muy equilibradas. Ambos equipos dieron todo de sí y hasta el pitazo final terminaron derrochando esfuerzo, a pesar del 0 a 0 en el marcador.

No fue una contienda muy vistosa, a pesar de las grandes expectativas que existían; pero sí pasó a la historia como el juego con más público en el Estadio Nacional con 42.000 espectadores que dejaron una recaudación récord de ₡337.067

Alajuelense jugó con Roberto Tyrrel; Alfonso Estupiñán, Wálter Elizondo, José María “Macho” Agüero, José Espinoza; Mario “Chalazo” Vega (Alfredo Piedra 46’) y Rolando Villalobos (William Quirós 65’); Juan José Gámez, Roy Sáenz, Óscar Cordero y Carlos Mejía.

Saprissa lo hizo con Juan Gutiérrez, Fernando Solano, Guillermo “Coco” Hernández, Heriberto Rojas y Luis Aguilar; Fernando “Príncipe” Hernández y Asdrúbal “Yuba” Paniagua; Edgar Marín, Odir Jacques, Hernán Morales y Jaime “Jimmy” Grant.

En cuanto al ganador, el boleto favorecido fue el de la serie 66-71, con el número 11691 de la localidad de sol, cuyo dueño fue el señor José Manuel Rodríguez Montoya de Alajuela, a quien los directivos alajuelenses Ramón Coll y Daniel Ordóñez le entregaron la escritura. El señor Rodríguez se llevó los muebles para su casa en Alajuela y la vivienda de la rifa la alquiló.

Desde entonces, ningún otro evento, futbolístico o no, llevó tanta gente al Estadio Nacional.

Clásico 5
Como los demás sectores, el lado Oeste repleto de aficionados en el Clásico de 1971.

Con un DT morado en el banco, LDA le quitó invicto a Saprissa

En el amor y la guerra todo se vale, reza un viejo adagio por ahí y parece que en los clásicos también, al menos así lo dejó ver Liga Deportiva Alajuelense en un choque ante el Deportivo Saprissa el domingo 2 de junio de 1957, cuando sus jugadores, guiados por un entrenador morado, derrotaron a un invicto equipo josefino.

Antes de ese clásico, los manudos llegaban con 5 victorias y un empate, 16 goles anotados y solo 5 permitidos; mientras los saprissistas con 5 triunfos en igual cantidad de presentaciones, con 12 goles marcados y ni un solo tanto en contra.

Semejantes antecedentes hicieron que unas 15 mil personas llenaran el Estadio de Alajuela. Los que no pudieron entrar, se subieron al tejado de los vestuarios, provocando el hundimiento del techo con saldo de treinta heridos. Afuera del recinto y en el resto del país, la transmisión por radio llevó las emociones. La recaudación fue un récord de 55 mil colones.

Alfredo Chato PiedraEn el banquillo manudo estaba un saprissista de corazón, don Alfredo “Chato” Piedra Mora (1915-2003), que ya había dirigido a los morados. Piedra, quien jugó para Orión FC vio prácticamente el inicio de la institución morada bajo el alero orionista, por ende le tomó cariño al club hasta el día en que partió a la casa del Señor.

El “Chato” Piedra envió al campo a Carlos Alvarado, Germán Guillén, José Luis Vivó Quesada, Édgar Barrantes, Isaías “Macatre” Esquivel, Cornelio Urbina, Isaías Araya, Carlos «Cuca» Herrera, Juan Ulloa, Juan Soto y Nelson Villalobos.

Por el Saprissa actuaron Mario “Flaco” Pérez, Giovanni Rodríguez, Mario “Catato” Cordero, Alex Sánchez, “Tulio” Quirós, Marvin Rodríguez, Rodolfo Herrera, Álvaro Murillo, Jorge “Cuty” Monge, José Luis “Saningo” Soto y Rubén Jiménez, mientras en el segundo tiempo Napoleón Torres y Negus Cordero.

El árbitro del juego fue el inglés William Crawford. Desde el pitazo inicial (10:30 am), Alajuelense empleó la velocidad sobre la parte baja morada que ese día que debió laborar horas extras, lo que no había tenido que hacer en todo el inicio del campeonato.

Una descolgada de Juan Ulloa le marcó el primer gol del campeonato al “Flaco” Pérez, sobre los 30 minutos. Saprissa no había recibido gol en los primeros cinco juegos del torneo de 1957. 1 a 0 al descanso.

Reanudadas las acciones, todos esperaban la respuesta de los capitalinos pero ésta no pudo llegar porque un cabezazo de “Cuca” Herrera al 48’, después de un tiro de esquina de “Tapón” Villalobos, estropeó muy rápido cualquier intento. 2 a 0 finalizó el clásico.

Juan Ulloa en hombros 1957
Juan Ulloa sale en hombros luego del triunfo manudo 2-0 sobre Saprissa en Alajuela durante 1957.

En Alajuela todo fue fiesta, sacaron en hombros a Juan Ulloa y a su entrenador “Chato” Piedra, que conocía muy bien al plantel rival y supo traerse abajo los dos invictos josefinos: El de no recibir anotaciones y el de tampoco haber caído.

El torneo de 1957 fue muy parejo, una lucha entre rojinegros y morados. Al final de las dos vueltas, tanto Saprissa como Alajuelense sumaban 23 puntos; pero el gol diferencia (+25 de los capitalinos sobre +21 de los erizos) le dio el título a los saprissistas, dirigidos por el argentino Carlos Peucelle (1908-1990). Un 7-0 sobre Uruguay de Coronado inclinó la balanza en favor de los morados para decidir en qué manos se quedaba el cetro.

Rodolfo Herrera ante Carlos Alvarado
Rodolfo Herrera (SAP) intenta vulnerar la portería de Carlos Alvarado (LDA).

Don Alfredo Piedra también vio como su otro equipo, el Orión FC, descendía a la Segunda División en ese mismo torneo.

Pasaron cinco años para que Saprissa volviera a levantar la copa (1962), y como el balón nunca para de rodar, lo hizo bajo las órdenes de don Alfredo “Chato” Piedra, quien había regresado a su querida institución saprissista.

In memoriam: Enseñó el fútbol a miles

La vocación por instruir la llevó en lo más profundo de su ser, un pedagogo por excelencia, de esos casi imposibles de encontrar hoy día, de esos hombres cuyo entusiasmo certero está en enseñar, en compartir su vasto conocimiento de un deporte como el fútbol. Así era don Hugo Tassara, dígase mejor, el profesor Hugo Tassara Olivares (14 de febrero 1924-12 de febrero de 2016).

Nativo de la portuaria y norteña ciudad chilena de Iqueque, la conocida “Tierra de Campeones”, ¡Vaya que el profesor Tassara fue un campeón! dentro y fuera del campo, como persona y profesional.

Hugo Tassara colo colo
Don Hugo Tassara Olivares campeón de Copa en Chile con Colo Colo en 1958 y de Primera División en 1963. Llegó a Costa Rica en 1959 para dejar huella.

Su llegada a Costa Rica se dio en 1959, ya que años antes había conocido a una figura casi olvidada por completo en el deporte costarricense: Rodrigo Leiva Gutiérrez, un cartago que militó en Saprissa y en Cartaginés, también en México. Leiva cursó estudios en Chile donde hizo amistad con don Hugo Tassara, ya ex jugador de la Universidad de Chile, donde él mismo reconoció no tuvo mucha gloria, pues le ponía más atención a los aspectos tácticos.

Después de su preparación en tierras sudamericanas, Rodrigo Leiva desempeñó cargos de relevancia en la Confederación Panamericana de Fútbol y como Director General de Deportes. Entonces don Rodrigo invitó a su amigo chileno a venir. A esas alturas, Tassara ya había trabajado con jóvenes y salido campeón de la Copa de Chile con el Colo Colo en 1958.

Se vinculó a Liga Deportiva Alajuelense, equipo con el ganó los cetros de 1959 y 1960. En este último año realizó la gira mundial con los rojinegros y tuvo un breve paso por la Selección Nacional, el cual interrumpió por marcharse a su patria como asesor del entrenador de la “Roja”, Fernando Riera, de cara al Mundial Chile 1962, donde los andinos fueron terceros. Ayuda que también brindó para Inglaterra 1966.

Para la cita mundialista se estrenó como comentarista de televisión en su país, otra faceta que cumplía con un profesionalismo notable. Además, años antes había establecido la Escuela Nacional de Entrenadores de Chile. En 1961 dirigió a Palestino y luego del Mundial a Colo Colo, ganando el título de 1963. Luego se fue a Perú y regresó a Costa Rica en esa misma década para entrenar a su querida Liga y al Herediano. También tuvo un pasaje rápido como preparador físico del Deportivo Saprissa, aunque no pudo llegar a asumir las riendas técnicas del club morado.

Hugo Tassara O
El profesor Hugo Tassara O. campepeón con Alajuelense en 1959 y 1960. Dirigió a Herediano, Cartaginés y la Selección de Costa Rica. En Saprissa estuvo como preparador físico.

Para esas alturas don Hugo Tassara dictaba cursos a entrenadores y la misma Federación le encomendó la estructuración de una escuela nacional de fútbol para la formación de talentos, siendo uno de los pioneros en esta materia en Latinoamérica. Trabajó en Panamá capacitando entrenadores y en 1974 volvió a Alajuelense. Al año siguiente la Universidad de Chile ocupó sus servicios. En 1979 dirigió a un muy buen equipo del Cartaginés. En 1980 manejó al Everton chileno. En los años noventas y primeros años de este siglo, el Herediano aprovechó su invaluable experiencia como director de sus divisiones menores.

Por varios años se destacó como comentarista de Teletica, recibiendo en 1993 el premio al “Mejor Comentarista del Año”. Su experiencia en la televisión tica databa desde 1970 cuando participó de las transmisiones del Mundial México 1970 en el entonces Telecentro Canal 6.

Y como las personas pasan, pero las obras quedan, la producción literaria del Profesor Tassara es abundante: Libros, manuales, artículos, revistas y grabaciones radiofónicas han nutrido al fútbol tico y chileno, principalmente.

Cabe mencionar que además de los dos títulos con Alajuelense y la gira mundial hecha con los manudos, don Hugo Tassara Olivares es el segundo técnico con más partidos dirigidos (nacionales e internacionales) con los rojinegros: 207, récord que estuvo vigente por casi 40 años.

“Me di cuenta de la calidad de fútbol y de futbolista que existía en este país, que hay que quererlo y aceptarlo con sus múltiples virtudes y defectos. Junto a mi familia terminé enamorándome del país”, declaró Tassara a La Nación en 2007.

Sus conocimientos, a través de un verbo sereno, docto, certero y encantador llegaron a miles de niños y jóvenes y a cientos de entrenadores que se nutrieron de este ahora inmortal del deporte, a quien quizás Costa Rica pudo haber aprovechado aún mejor.

12 frases del Profesor Hugo Tassara:

“De niño Jugaba con una pelota de tenis porque no podía comprarme una de cuero.”

“Desde jugador me apasionaba el aspecto táctico.”

“Yo me saqué la lotería con mi esposa porque yo vivía metido en el fútbol.”

“Me dijo Sergio Livingstone (gloria del fútbol chileno): Se va a un país (Costa Rica) donde usted no tiene idea del buen fútbol que juega.”

“El futbol costarricense se formó a la imagen y semejanza del fútbol argentino.”

“Dirigí a la Selección Nacional sin recibir un centavo.”

“En un partido fútbol el jugador tiene el balón 4 minutos, ¿Qué hace el futbolista de hoy en los 86 minutos restantes? Jugar sin balón.”

“Ni siquiera el 80% de los técnicos saben enseñarle al niño de hoy, el futbol de hoy y de mañana.”

“Los sistemas obedecen a la calidad de los jugadores que uno tiene, no a un capricho de uno.”

“El fútbol es totalmente diferente hoy, la pelota corre y no se cansa y es más veloz que todos los jugadores juntos.”

“No tenemos el número suficiente de profesores que le enseñen al niño pobre que no puede pagar una escuela de fútbol y entonces lo perdemos.”

“El fútbol ha sido todo para mí.”

Hugo Tassara Olivares
Don Hugo Tassara Olivares (1924-2016) recibió varios homenajes como muestra de su dedicación al fútbol.

El jugador de Saprissa que casi se hace manudo por 14 mil colones

Los traspasos entre jugadores del Deportivo Saprissa y la Liga Deportiva Alajuelense han sido polémicos en la mayoría de las veces, pues el amor herido de la afición le ha dado matices de dolor, pasando de querencia a odio y resentimiento.

Sapri

Para 1960 militaba en el equipo morado el volante Marvin Rodríguez, uno de los mejores mediocampistas de la historia de nuestro balompié. A inicios de año las cosas entre los josefinos y el jugador no caminaban en la mayor armonía; por lo que la dirigencia de los hoy tibaseños, había declarado transferible a Marvin.

A sabiendas de la valía de uno de los miembros más afamados de los “Chaparritos de Oro” de 1956, Alajuelense se animó a pujar por el futbolista, lo mismo que el Club Sport Herediano. Rodríguez tenía un pasado completo como saprissista desde divisiones menores, hasta su debut en Primera en 1951. Además había ganado los títulos de 1952, 1953 y 1957.

La directiva del Deportivo Saprissa, encabezada por don Ricardo Saprissa Aymá, tasó la ficha del medio de la Selección Nacional en 14 mil colones, una suma elevadísima, nunca antes cobrada en el fútbol costarricense.

El lunes 7 de marzo de 1960, la dirigencia manuda visitó la sesión de junta directiva de los saprissistas para negociar el traspaso, con la disposición de cancelar el monto solicitado por los morados. Don José Llobet Comadrán era el jerarca de la institución eriza.

No obstante, don Ricardo Saprissa y compañía prefirieron revisar mejor el asunto; ya que la partida de Marvin al enconado rival tampoco les hacía mucha gracia.

Pasaron los días y el asunto se fue enfriando, para peores teniendo inminente la fecha de inicio del campeonato nacional de ese año, por lo que el movimiento finalmente no se realizó.

Marvin Rodríguez continuó con el Deportivo Saprissa, haciendo dupla en la media con Miguel Cortés y siendo estelar desde la fecha uno, cuando los morados derrotaron 3 a 0 a la Sociedad Gimnástica Española, el miércoles 6 de abril de 1960; aunque ese día el árbitro Valentín Andrade lo expulsó por intercambio de puntapiés con el gimnástico “Beto” Marín. Los manudos habían debutado tres días antes, venciendo 5 a 0 al Club Sport La Libertad, pero sin Rodríguez.

Marvin Rodríguez y Gento del RMA
Marvin Rodríguez del Saprissa y Gento del Real Madrid intercambian banderines en el Estadio Nacional drurante un juego en 1961.

Sin embargo, Marvin sí vestiría el suéter de Alajuelense entre septiembre y noviembre de 1960, cuando Saprissa lo prestó a la Liga para la gira mundial que realizaron los erizos. El préstamo de Rodríguez Ramírez al cuadro rojinegro fue todo un éxito, siendo el mejor jugador del periplo y hasta vestido de alajuelense, anotó un par de goles.

En su carrera, Marvin Rodríguez vistió las casacas de Saprissa y la del Municipal de Guatemala. Posteriormente como técnico, hizo campeones cuatro veces a los morados, una vez a Herediano y al Municipal Puntarenas, obtuvo también dos títulos del torneo chapín, más un par de cetros centroamericanos con los tibaseños, sin dejar de lado que dirigió a la Selección Nacional en media centena de partidos y la clasificó a su primer Mundial: Italia 1990; pero esos fueron los 14 mil colones que casi pusieron a este ídolo morado en la Ciudad de Alajuela.

Con el primer gol olímpico de su historia, Cartaginés vence a LDA

Un gol directamente desde tiro de esquina era algo nunca visto en la Vieja Metrópoli hasta que José “Pipeto” Croceri se lo marcó a Liga Deportiva Alajuelense y le dio el triunfo a los brumosos, el domingo 11 de diciembre de 1921.

Alajuelense no se había presentado dos semanas antes a Cartago en choque de campeonato, por lo que se pactó este nuevo compromiso, dedicado a don Aníbal Coto Aguilar, quien de paso regalaría unas medallas al vencedor.

Los manudos hicieron el viaje en tren a la Ciudad de Cartago. El día soleado, con una brisa fresca de diciembre que soplaba en los alrededores del Colegio San Luis Gonzaga. La cancha de la Plaza Iglesias abarrotada en sus cuatro costados.

Plaza Iglesias
La Plaza Iglesias en Cartago, lugar donde el Cartaginés jugó sus primeros torneos. En la actualidad el campo es la casa del Once Tigres.

A las 12:30 mediodía se presentaron al terreno de juego cartagineses y alajuelenses. Como árbitro de la contienda asumió Francisco Peralta, en sustitución de Charles White, quien había sido designado inicialmente; pero un accidente de una hija suya, al caer de un árbol en un paseo a Aguacaliente días antes, le impidió dirigirlo.

En la rifa de canchas, ganó el Cartaginés, que escogió defender la portería Oeste en la primera parte de 35 minutos.

A los 5 minutos, un remate potente de Heriberto Chavarría, no pudo ser contenido por el meta brumoso, Antonio Bianchini, de lo que sacó partida el pequeño Rogelio Salazar para marcar el 0-1 favorable a los de la “Ciudad de los Mangos”.

Los intentos cartagineses fueron estériles por igualar el juego, al menos en la etapa inicial. Vino el pitazo y el descanso acostumbrado en esa época, de solo 5 minutos.

Reanudadas las acciones, Alberto Coto aprovecha para empatar, después de tomar un centro desde la derecha de Bernardo Ramírez, para vencer la resistencia que tenía hasta ese momento el guardavalla Manuel Ángel Ortíz.

Con el partido igualado, vino la mejor acción del compromiso, cuando se sancionó un tiro de esquina en favor de Cartaginés. Así lo reseñó la prensa escrita en su crónica: “Crocheri tira el golpe de esquina. En ese momento sopla una ráfaga de viento y la bola entra sin que nadie la toque. Peralta da como bueno el punto.”

Sí, gol olímpico del equipo blanquiazul, el primero del que se tenga registro, anotado por José “Pipeto” Croceri, en el marco Oeste, fue la anotación de la victoria, 2 a 1 el triunfo para los muchachos del Irazú, con la capitanía en ese juego de Abel Aguilar.

CSC 1924
José «Pipeto» Croceri, último a la derecha en la fila de enfrente, anotó el primer gol olímpico para el Cartaginés del que se tenga registro. Fue a LDA en diciembre de 1921 en la Plaza Iglesias.

La victoria y las medallas, donadas por don Aníbal Coto, quedaron esa vez en Cartago, con un gol olímpico incluido.

Medallas 1921
Estas medallas, cuyo origen no está del todo claro, posiblemente fueron las que obsequió don Aníbal Coto al CS Cartaginés, tras derrotar a L. D. Alajuelense en 1921, 2 a 1 en la Plaza Iglesias de Cartago.

Carta de Alejandro Morera a su papá tras la llegada a Barcelona

Alejandro Morera Soto, el “Mago del Balón”, recogió en una carta a su padre, Juan Morera, sus primeros días en suelo catalán en 1933, lugar al que llegó con 23 años y donde vivió una experiencia única al fichar con el Barcelona FC, a pesar del interés inicial del Espanyol de la misma ciudad. Les comparto un fragmento amplio de dicha carta:

“Barcelona, 26 de marzo de 1933.

Querido papá: Hubiera querido escribirte antes, pero me fue imposible, debido a que desde mi llegada no he dado más que vueltas para poder quedarme en un solo lugar. Extrañados deben estar de no recibir noticias mías de esta inmensa Barcelona, pero tengan un poco de paciencia, que aquí les envío esta misiva llena de todo el cariño que les tengo…

Lo primero que paso a contarles es que antes de mi arribo ya el CLUB SPORTIVO ESPAÑOL, tenía noticias del suceso mediante el cariñoso amigo Saprissa, pues poco antes de tocar Cádiz recibí de él un cablegrama preguntándome dónde iba a desembarcar.

A mi llegada a Barcelona, fui recibido por un director del ESPAÑOL, señor Caniellas; hombre muy amable, quien desde ese momento me ofreció un chalet de dicho club en donde se encuentran hospedados los jugadores de este centro.

…El club se compromete a pagarme el tiempo que necesite para hacerme español, sin perder mi nacionalidad y desde que se firme el contrato, la suma de 25 duros o sean 125 pesetas semanales, que constituye mi sueldo completamente libre. Además, el club cubrirá los gastos de comida y lavado de ropa.

Alejandro Morera Soto llegó a España en 1933. El futbolista brilló con el FC Barcelona entre 1933 y 1936.
Alejandro Morera Soto llegó a España en 1933. El futbolista brilló con el FC Barcelona entre 1933 y 1935.

En el momento de firmar este contrato… dicho club entregará a nuestro representante consular la suma de 8.000 pesetas por la ficha o firma mía. Si llegara el caso de hacerme español antes de tres meses que hemos fijado para ello, el señor Cónsul me entregará la suma convenida… (Todo esto, porque sin nacionalidad española no puedo actuar en el campeonato superior).

De tal manera, que desde este momento gano un sueldo de 500 pesetas mensuales, sin preocuparme de nada. Haré todo lo posible por economizar… En cuanto a mi salud, le informo que es muy buena. En este lugar se pasa la vida agradablemente… la comida es agradable y los compañeros gentilísimos…

Después de cinco días de permanencia en Barcelona, fui a Valencia… tuve ocasión de asistir a los festejos tradicionales de Las Fallas. Es una fiesta novedosa, suave, que regocija por su sabor genuinamente típico.

En cuanto a fútbol, aquí me tienen entrenándome para hacer mi debut dentro de pocos días… En abril iré, si Dios quiere, a Madrid, y posiblemente hasta juegue en la populosa capital española… Tenemos que llevar una vida muy seria y si no fuera así, Ud. sabe bien que acostumbro portarme con ejemplar corrección. Esto de ser profesional en fútbol es más serio de lo que yo me imaginaba.

Aquí lo cuidan a uno demasiado, con fineza singular y atención esmerada. Lo que sí quiero es que cada ocho días me escriban, para tener noticias de todos. Hace ya más de un mes y medio que salí de Costa Rica y nadie se ha acordado de enviarme siquiera una línea…

Salúdeme a Ovidio Gómez, y dígale que no sea tan perezoso; que me escriba a menudo. Para Ud, querido papá, para mamá, adorada mamá y para todos, un abrazo efusivo y cordial de quien nunca los olvida y quiere… ALEJANDRO.”

Morera luego fichó por el Barcelona, con un salario mensual de 700 pesetas y una ficha de 10.000 pesetas. Sobre el cambio de club hay diversas versiones, de ese detalle nos encargaremos en otra Historia del Fútbol Tico.

Remate de Alejandro Morera Soto actuando en España con el equipo catalán.
Remate de Alejandro Morera Soto actuando en España con el equipo catalán.

Equipo le presta dos futbolistas al rival para evitar jugar contra nueve

Aunque hoy sería un hecho inconcebible y además, no permitido, en una ocasión Alajuelense no quiso enfrentar a un contrincante diezmado y por lo mismo, mejor, le prestó dos jugadores suyos para que el rival completara el once titular.

La llamativa situación se presentó el domingo 22 de octubre de 1922, en una contienda correspondiente a la Segunda División de ese año, entre la Liga Deportiva Alajuelense y el Club Sport La Libertad.

El compromiso se pactó para las 12:30 mediodía, en la Plaza Iglesias de la “Ciudad de los Mangos”, con el arbitraje del alajuelense Jorge Luis Solera, futbolista de la Primera División liguista.

Al entrar al campo, los blancos (Alajuelense) lo hicieron completos; pero no así los blanquinegros (La Libertad) pues solo habían viajado con el portero y ocho jugadores de campo.

Con la venia del capitán manudo en ese partido, Francisco Rosabal, se produjo el singular hecho de prestarles a los josefinos, los alajuelenses Rodolfo Castaing e Israel Gutiérrez para jugar once contra once.

Entonces, los manudos actuaron con Reinaldo Ulloa, Alberto Porras, Rafael Guzmán, Gilberto López, Francisco Solé, Francisco Rosabal (Cap.), Carlos Torres, Ovidio Salazar, Jesús Villalobos, Jesús Mora y Julio Solera.

Mientras tanto los libertos, invictos en el certamen, con Mariano Tovar, Mayid Barzuna, Eduardo Garnier, Claudio Mora (Cap.), Julio Le Roy, Miguel Montero, Carlos Luis Rojas, Juan María Marchena y los liguistas Rodolfo Castaing e Israel Gutiérrez.

Israel Gutiérrez, arriba al extremo izquierdo, fue uno de los dos jugadores que LDA le prestó a La Libertad para que no jugase con 9, el 22 de octubre de 1922, en partido de Segunda División.
Israel Gutiérrez, arriba al extremo izquierdo, fue uno de los dos jugadores que LDA le prestó a La Libertad para que no jugase con 9, el 22 de octubre de 1922, en partido de Segunda División.

El choque fue parejo no solo en cuanto a cantidad de jugadores sino también en acciones, y se definió en favor de Alajuelense en el segundo tiempo con un gol de Jesús Mora.

Por la particular condición, el partido fue invalidado y le tocó a La Libertad volver a Alajuela, ésta vez lo hicieron completos y se llevaron el triunfo 0 a 2, el domingo 19 de noviembre de 1922; por lo que el “favor” manudo le salió caro al perder el segundo encuentro; ya que contra nueve se podía jugar perfectamente haciendo válida la contienda.

Un mes más tarde, los de San José se proclamaron campeones en una lucha apretada con el Club Sport Plaza Víquez que, por cierto, fue el único equipo que venció a los decanos a lo largo del campeonato; por lo que esos dos puntos recuperados en la tierra de Juan Santamaría, resultaron claves en la definición del título. Alajuelense también cumplió un buen papel en el certamen, pues de principio a fin estuvo peleando en la punta; aunque al final tuvo que conformarse con el cuarto lugar.

Sin embargo, el que la Liga les cediera a dos miembros de su planilla a La Libertad, es una acción de deportivismo que vale resaltar y por eso ocupa un espacio en nuestro anecdotario de curiosidades del balompié nacional.

en el Torneo de Segundas Divisiones de 1922, Liga Deportiva Alajuelense ocupó el cuarto lugar.
En el Torneo de Segundas Divisiones de 1922, la Liga Deportiva Alajuelense ocupó el cuarto lugar.

El domingo que Liga Deportiva Alajuelense anotó 24 goles

El gol, el éxtasis del fútbol fue gritado nada más y nada menos que 24 veces en un solo día para la Liga Deportiva Alajuelense, en lo que significó el fin de semana más goleador para los manudos.

La historia se remonta al domingo 13 de septiembre de 1931, cuando los tres equipos erizos (Primera, Segunda y Tercera) vapulearon a sus contrincantes de turno.

Comencemos con la Tercera, que despachó a su homóloga del Orión FC 0-8 en el campo orionista de La Sabana.

El mismo día, pero en la Plaza de Sport (Plaza Iglesias) de Alajuela, la Segunda División rojinegra tuvo un gran desempeño y cuando el árbitro Óscar Rojas indicó el final del partido, el marcador señalaba un triunfo ruidoso de 8-0 sobre el Fortuna.

Mientras tanto, la Primera División de Alajuelense se enfrentó al Orión FC en el Estadio Nacional, a las 10 am, con el arbitraje de Rafael Tenorio. El partido revestía tintes de revancha, porque los de la “Constelación” habían humillado a los manudos 10 a 1 en la primera fecha del torneo.

El desquite comenzó cuando Alejandro Morera señaló el 1-0, Mariano Rodríguez el 2-0, Enrique Solera el 3-0, Orión descontó con José Antonio Hütt, 3-1 para terminar los primeros cuarenta y cinco minutos.

En la complementaria, “Lalo” Rojas siguió la cuenta con el 4-1, Morera el 5-1, Salvador Soto “Buroy” anotó el 6-1, Mariano Rodríguez el 7-1 y finalmente “Buroy” con el 8-1 sobre la maltrecha valla del arquero josefino Enrique de Mezzerville.

Con estas tres goleadas, la institución alajuelense se anotó la cuantiosa suma de 24 goles, repartidos en 8 tantos por cada división, recibiendo solamente un tanto, el del orionista “Toño” Hütt en Primeras.

Eso sí, de las tres categorías manudas, solo la de Terceras salió campeona, incluso anotando la ruidosa suma de 122 goles en solo 24 partidos. Por cierto, esta Tercera luego se separó de la Liga Deportiva Alajuelense, formando el Alajuela Júnior que jugó en la Segunda División de 1932.

En síntesis, este es el fin de semana más goleador para Alajuelense, pues las 24 anotaciones fueron todas hechas el mismo día: El domingo 13 de septiembre de 1931.

El domingo 13 de septiembre de 1931, Alajuelense goleó a sus rivales de Primera, Segunda y Tercera División, a cada uno le endosó 8 tantos.
El domingo 13 de septiembre de 1931, Alajuelense goleó a sus rivales de Primera, Segunda y Tercera División, a cada uno le endosó 8 tantos.

Público no devuelve un balón y LDA pasa a ser líder

En el Estadio Ricardo Saprissa de San Juan de Tibás, aunque en un partido entre Liga Deportiva Alajuelense y San Carlos, siendo el cuadro rojinegro local, sucedería un hecho bastante curioso la noche del miércoles 19 de noviembre de 1980.

La primera parte del cotejo vio cómo un cabezazo de Álvaro Solano al 23’, tras centro de Rafael Ángel Hidalgo, vencía la resistencia del arquero norteño Elmer Picado.

En el segundo tiempo, los sancarleños hicieron lo suyo, poniendo en aprietos a los erizos; sin embargo, la diferencia de 1-0 seguía favoreciendo a los de la “Ciudad de los Mangos”.

Al minuto 83 un balón a las gradas del costado norte del reducto morado, no fue devuelto más por los aficionados presentes, algo que había estado sucediendo en los últimos minutos.

El árbitro del compromiso, el Ingeniero Luis Paulino Siles, tomó la sorprendente decisión de dar por acabado el juego con ese 1-0, ante la protesta lógica de San Carlos porque aún no se llegaba al minuto noventa. Algún aficionado rojinegro consideró que el suvenir no se regresaba más al campo.

Los “Diablos Rojos” permanecieron en la gramilla como señal de disconformidad, no queriendo abandonar el terreno de juego; pero no hubo marcha atrás por parte de Siles.

El Tribunal de Penas de la Fedefútbol analizó el tema y de primera entrada no le dio los dos puntos a LDA; aunque sancionó con un mes sin nombramientos al juez del partido, quien justificó su accionar aduciendo que ya lo había advertido y que el balón retenido en las graderías, era algo que estaba sucediendo de forma reiterada al cierre del choque.

Días más tarde, el Comité de Competición manifestó que no era necesario jugar los siete minutos restantes; no obstante, el Comité Director de la Federación, ante apelación de San Carlos, dispuso disputar esos polémicos pocos minutos el 17 de diciembre de 1980, también en Tibás, como preliminar de la final de Segunda División entre el Yuba Paniagua y el Municipal San José.

Los sancarleños decididos a conseguir el empate, salieron con todo; mas no pudieron ante una Liga replegada, dejando transcurrir los minutos.

El 1-0 no se movió y Alajuelense pasó al primer lugar con 42 puntos en ese momento, merced a ese resultado.

Los actores de ese día fueron en la Liga: Alejandro González; Nelson Bastos, William Jiménez, Freddy Méndez y Mario Barrantes; Carlos Alberto Ugalde, Álvaro Solano (Ronald Ureña) y Rodolfo Mills; Rafael Ángel Hidalgo, Jorge Chévez y Carlos Torres. DT: Iván Mraz.

Por San Carlos lo hicieron Elmer Picado, Julio César Bustos, Jorge “Matapín” Ramírez, Juan Diego Ulate y Jorge Bermúdez; Juan Pablo Chacón (Rolando Villalobos), Enrique Chacón y Róger Flores; Cayetano Alfaro, José Cubero (Camacho) y Luis “Wiche” García. DT: Álvaro McDonald.

Tres meses más tarde los manudos salieron campeones; pero esa vez, con la “manita” de algunos aficionados, lograron amarrar un triunfo importante y forzaron una decisión arbitral bastante singular, contra un rival durísimo en el torneo, que por cierto acabó en un honroso tercer lugar.

El arquero norteño Elmer Picado sale a rechazar un balón pretendido por el alajuelense Álvaro Solano en un partido de 1980, que terminó antes de tiempo porque el público en las gradas no devolvió más el balón.
El arquero sancarleño, Elmer Picado, sale a rechazar un balón pretendido por el alajuelense Álvaro Solano en un partido de 1980, que terminó antes de tiempo porque el público en las gradas no devolvió más el balón.